Una vez leí un libro escrito por el poeta Louis Aragon (1897-1982), y una frase suya atrajo mi atención. La frase era: «el espíritu del hombre no soporta el desorden porque no puede pensar en ello» (Aragon, 1979). Con esto, varias preguntas se quedaron en mi mente: ¿cuál es el orden? ¿Y el desorden? ¿Orden y desorden existen en la realidad o son representaciones del mundo creado por el pensamiento, la imaginación o el prejuicio?

Sello Numismático de Sófocles. Grecia- Circa 1998.
Sello Numismático de Sófocles. Grecia- Circa 1998.

Orden y desorden son parte de la formación del sentido común y los procesos de la razón y, a partir de estos conceptos, vamos a hacer una crítica social e histórica. Vivimos en ciertos órdenes introducidos (sociales, políticos, religiosos, económicos) u organizaciones, que no dependen de nuestra elección. De todas formas, es factible pensar que no hay un desorden como tal, sino un orden diferente de lo que creemos que es el verdadero ordenamiento. Por ejemplo, la civilización occidental es diferente de la civilización oriental, América del Sur y América del Norte poseen distintas culturas, es decir, el mundo es culturalmente diverso y esto enriquece los contactos y relaciones, por lo tanto tenemos que aprender a vivir con estas diferencias para evitar enfrentamientos, conflictos, guerras y sufrimiento.

Así también podemos pensar el origen del pensamiento occidental moderno: un orden social que se construye con elementos de las civilizaciones occidentales y orientales más antiguas. Entre el patrimonio que los antiguos como Sófocles, Aristófanes, Hesíodo y Homero nos han dejado están los mitos que nos ha legado, maravillosos relatos sobre el origen de los tiempos, que encantan, sobre todo por huir de los parámetros del pensamiento racional que dieron origen a la cultura en la que vivimos hoy.

Aristófanes. Es uno de los mejores autores de comedia que han existido. Su humor muy crítico y sátiro se popularizó en la antigüedad y aún en nuestros días se siguen representando sus obras con la misma intensidad cómica que por entonces hacía las delicia
Aristófanes. Es uno de los mejores autores de comedia que han existido.

Es cierto, las tradiciones, los mitos y las religiones respondieron a todas las preguntas. Sin embargo, estas explicaciones no daban cuenta de cuestiones como la permanencia, el cambio, la continuidad de los seres, entre otras cosas. Sus respuestas fueron perdiendo convencimiento y ya no respondían a los intereses de la aristocracia que se estableció en la polis.

De esta manera, ciertas condiciones históricas, entre el séptimo y cuarto siglo antes de Cristo, como el establecimiento de la vida urbana en la polis griega, la expansión marítima, la invención de la política y el dinero, el espacio público y la igualdad entre los ciudadanos dieron a luz junto con algo de influencia oriental a un nuevo modo de pensamiento. Los griegos depuraron de tal manera la influencia oriental, que parecen haber creado su propia cultura de manera única. Esto es lo que los hace más grandes todavía.

Podemos decir que la filosofía nace de un proceso de superación del mito, una búsqueda de explicaciones racionales, rigurosas y metódicas, consistentes con la vida política y social de los antiguos griegos, así como la mejora de algunas de las explicaciones existentes, adaptada y transformada a la ciencia del conocimiento racional del momento.

 

Prof. Lic. Claudio Andrés Godoy